Vivimos tiempos complicados donde las decisiones que se toman son para intentar conseguir el mayor beneficio posible. El fútbol no iba a ser menos y aquí encontramos el ejemplo del mercado de fichajes. Un mercado raro, atípico y que dista mucho de lo que estábamos acostumbrados a ver cada verano. En las oficinas del Benito Villamarín llevan tiempo manos a la obra para intentar confeccionar una plantilla que compita por los puestos europeos la próxima temporada.
Primero llegó Manuel Pellegrini y más tarde Antonio Cordón. En ellos, junto al resto de la dirección deportiva, está la clave de que este buque pueda llegar a buen puerto al final de la temporada 20/21. Necesitan crear un equipo a la altura, que compita y en el que veamos a ese «gigante» que estaba dormido. Para hacerlo posible, deben de llegar jugadores nuevos, pero también dar salidas a algunas caras conocidas.
A día de hoy, los equipos necesitan generar todos los ingresos posibles y muchos de estos se consiguen gracias a la venta de jugadores. Prácticamente todos los jugadores del Betis son transferibles a excepción de algunos jugadores. En un principio, Sergio Canales, Nabil Fekir y Loren Morón son los únicos jugadores que actualmente no están «en venta». ¿Cabe la posibilidad de que puedan marcharse? Sí, puesto que en el caso de que llegue una oferta irrechazable y desorbitada por alguno de estos jugadores, no sólo habría que atenderla sino aceptarla.
Es cierto que es complicado que este tipo de ofertas estratosféricas lleguen, ya que el mercado está muy condicionado, debido a la situación provocado por la Covid-19, pero estamos viendo que hay equipos europeos como por ejemplo el Manchester City que son capaces de desembolsar hasta 45 millones por un central. Esto nos dice que, si verdaderamente un equipo que tenga un presupuesto elevado, quiere ir a por un jugador, este no va a tener problemas en ir con toda la artillería a por su objetivo.
En definitiva, el Betis no le cierra las puertas a prácticamente ningún jugador de la plantilla, pero jugadores como Loren o Canales, que a nivel individual han dado a lo largo de estos años un rendimiento muy bueno o la magia de Nabil Fekir podrían recibir ofertas en las que no cabría un «no» por respuesta.