por 
Volvió el fútbol. Tras la pequeña crisis que pretendió atentar contra el deporte rey, volvió LaLiga al estadio Benito Villamarín. En esta trigésimo-primera jornada de campeonato, el Real Betis Balompié recibió al Athletic Club de Bilbao. De un lado, los locales enfilaban el encuentro tras lograr tres empates consecutivos en la competición doméstica. Además, la posibilidad de seguir sumando con la vista puesta en Europa fue un gran incentivo. En frente, los rojiblancos se presentaron en el partido en horas bajas. Las dos derrotas en las sendas finales de Copa del Rey disputadas en el último mes se unieron a los malos resultados ligueros, pues el conjunto vasco no vencía desde principios de marzo. El cruce, precedido por los dos duelos anteriores que sucedieron durante la temporada, contó con un plus de motivación especial, como consecuencia de la crueldad de ambas derrotas. Sin embargo, el resultado inicial terminó siendo el definitivo.
Fekir dejó huérfano al Real Betis
Los primeros compases transcurrieron en torno al área de Claudio Bravo. Tanto es así, que la primera ocasión para los bilbaínos fue muy tempranera. Fue Vencedor, con un disparo seco, quien probó al guardameta. No obstante, el encuentro vivió un giro drástico, que marcó por completo su rumbo. Pasados los diez minutos de partido, una dura entrada de Nabil Fekir sobre Vencedor ocasionó la tarjeta roja. El colegiado Medié Jiménez fue el protagonista de la jugada, pues tomó todo el peso de la decisión. Así, el Real Betis se vio obligado a remar contracorriente para el resto del encuentro. No hubo tiempo para lamentaciones. La respuesta verdiblanca se hizo de rogar. Un proyectil que brotó de la cabeza de Guido Rodríguez tras el lanzamiento de una falta lateral se acercó con peligro a la portería de Unai Simón.
Corrió el tiempo y el conjunto dirigido por Marcelino se instaló en el campo rival. Los heliopolitanos, sin ideas, sufrieron un acoso constante del Athletic. No obstante, las numerosas bajas de la escuadra vasca mermaron la lucidez de su equipo, que vio como sus intentos de filtrar balones a sus atacantes fueron repelidos en su totalidad. Los de Pellegrini vieron como su eje de construcción fue aniquilado durante gran parte del tiempo, sufriendo un dominio total de la posesión por parte de los rojiblancos.
Se acercó el tramo final del primer tiempo y las dudas cobraron mayor tamaño. Los laterales verdiblancos sufrieron las embestidas que recibían en sus costados, incapaces de detenerlas. El equipo notó verdaderamente la ausencia de Fekir, quién dejó huérfanas las conexiones con la delantera. Así las cosas, el tiempo de descanso se antojó necesario para los de Pellegrini.
El Athletic Club sucumbió a la resistencia verdiblanca
El arranque de la segunda mitad trajo consigo una renovación completa. El comienzo distó enormemente de lo vivido anteriormente, pues fueron los hispalenses los que se instalaron en el campo rival. Pronto llegó la otra jugada dudosa del partido. Un gol de Aisa Mandi a la salida de un córner fue anulado rigurosamente por el cuadro arbitral. La jugada, dudosa cuanto menos. Se instaló el Real Betis en una buena tónica, digna de lo que se le demanda a un club que lucha en la parte alta de la tabla. Los de Pellegrini, ya fuese a la salida de algún córner, o bien mediante jugada elaborada, se acercaron constantemente al área rival.
Agitó el árbol el técnico chileno, dando entrada a Loren y Láinez en busca del primer tanto. Si bien, los cambios nada pudieron hacer contra el paso del tiempo, donde el cansancio de los futbolistas béticos se hizo notar. El Real Betis bajó el ritmo, y los de Marcelino no dudaron en aprovecharlo. De hecho, las ocasiones pasaron de manera radical a estar protagonizadas por el conjunto vasco. Así pues, el rol adoptado por el equipo sevillano fue el del contraataque, dejando sus esperanzas en las galopadas de Diego Láinez.
Del lado rojiblanco, las ocasiones más claras del encuentro llegaron en el tramo final. Primero, un remate a puerta vacía de Raúl García amagó con ser el gol de la victoria hasta que el asistente de Medié decidió anularlo. Esta vez no hubo lugar a dudas. Luego, un contraataque culminado por Villalibre besó el travesaño. Minutos de sufrimiento para el Real Betis, que vio como el Athletic Club trató de terminar con todos sus cartuchos. La última cayó por parte de los verdiblancos, quien con un disparo que nació de las botas del mexicano Láinez puso a prueba en última instancia al guardameta Simón.
Empate justo en un duelo marcado por la intensidad
El Real Betis acusó la tempranera salida de Fekir, impidiendo al equipo hacerse con la victoria pese al notable esfuerzo. Así, el cuarto empate consecutivo que deriva de este resultado impone de total necesidad la consecución de una victoria el próximo sábado en la visita del Real Madrid.
