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Y después de cuatro jornadas, el Real Betis por fin consiguió sumar de tres en un partido en el que fue muy superior al Granada en gran parte de los 90 minutos. Un Betis que pudo cerrar el partido en la primera mitad, pero que sin embargo, como siempre, ganó casi sobre la bocina.
No se puede ser tan superior y perdonar tantísimo… Porque corres el riesgo de que te lleguen en una clara y te pongan la cara colorada. Cierto es, que la lesión de Marc Bartra trastocó un poco los planes del ingeniero, pero si en la primera mitad el partido se hubiese ido al descanso 0-2/0-3 no hubiese pasado absolutamente nada.
La tuvo Borja, la tuvo Tello (que para desgracia del bético, sigue sumando poco) y hasta Fekir, que dio un tremendo zurdazo al palo. Apareció el gol cerca de terminar el primer tiempo, obra de Rodrigo Sánchez, que con un soberbio zurdazo puso al Betis por delante. Un Rodrigo que parece no tener techo, un jugador que con tan solo 21 años y recién llegado a la élite parece llevar toda una vida en ella.
Hasta el gol de Luis Suárez no parecía que el partido peligrara, pero después de este entró un poco el miedo a perder el partido. Como no, apareció el de siempre, Sergio Canales, para dar al Betis lo que por fútbol estaba mereciendo y hacer que los de Pellegrini por fin sumen una victoria esta temporada. Una victoria que esperemos sea gasolina para todo lo que se viene.
Aunque el partido se saldó con victoria, el bético (o al menos yo como bético) echo mucho en falta que el equipo no sea capaz de cerrar los partidos antes. Calidad tiene y ocasiones no faltan, esperemos que este déficit se acabe subsanado y podamos ver un Betis a la altura de lo que se espera.
Por Miguel Angel Arquellada
