Durante varios días antes del partido ya se mascaba la tragedia, principalmente por la crispación entre ambas aficiones para decidir si este era un partido cualquiera más o si seguía siendo El Gran Derbi y, por consecuencia, el partido más importante de la ciudad de Sevilla.
No teniendo bastante con esto, salía a la luz que el arbitraje lo realizaría Mateu Lahoz, famosamente conocido por sus malas actuaciones con ambos equipos. Si a esto le sumamos que, durante su encuentro con el Lille, Jesús Navas se decidía como baja para el derbi y los ánimos de la afición se crispaban aún más por la derrota de los rojiblancos, ya se sabía que el Sevilla vendría a matar al derbi.
El Real Betis hizo un partido lamentable en Alemania ante el Bayer Leverkusen, flojo y con una tangana final que deja a Fekir fuera de la competición por roja directa. Si a esto se le unía la derrota en Madrid frente al Atlético, había unas expectativas pre-derbi bastante bajas.
El partido empezó bastante igualado, al principio tanto Betis como Sevilla tuvieron varios choques de balón, hasta que en el minuto 10 se le saca amarilla a Guido y ya el miedo a la expulsión comenzaba a hacerse palpable, hasta el punto de que el equipo se vino abajo y el Sevilla empezó a apretar, cosa a la que estamos muy acostumbrados y es cuando empezamos a preocuparnos por el posible resultado.
Corría el minuto 35 cuando Bellerín marcaba gol a favor del Real Betis, que finalmente fue anulado por fuera de juego y, como es habitual, lo que el Betis te da el Betis te lo quita. En el 44, Mateu Lahoz le muestra la segunda amarilla a Guido Rodríguez por una entrada absurda a Rafa Mir, amarilla más amarilla se convierte en roja y expulsión. Acción muy torpe del centrocampista que dejaba en total desventaja al equipo justo antes de irse al descanso con 0-0 en el marcador.
Justo al comenzar el segundo tiempo, Pellegrini decidió atrasar al equipo, quitar al único atacante que teníamos en el campo, Willian José y dar entrada a William Carvalho en su lugar. Por consecuencia, adelantaban a Fekir para jugar como punta, posición en la que el futbolista no se siente cómodo y que, encima, nos quitaba la capacidad de crear jugadas de peligro, pero, con uno menos, no había mucho más que hacer.
Desde este momento el Sevilla arrasó con el Betis, creando muchísimas ocasiones, dos de Ocampos clarísimas, hasta que en el minuto 54 llega el 0-1 con un trallazo de Acuña, imparable para Bravo.
El Sevilla seguía en su dinámica, con una posesión de un 30-70 a favor y creando mucho peligro. Se hacen dos cambios más en el minuto 61, supuestamente para apretar arriba y dar algo de oxígeno al equipo, Tello por Rodri y Juanmi por Guardado. Aunque, en este caso, Juanmi estuvo totalmente desaparecido.
En el 74’, Jordán le hace una falta clarísima a Fekir la cual, como era de esperar, Mateu Lahoz no pita y aprovecha el Sevilla para hacer sus primeros dos cambios, el Papu Gómez por Lamela y Óliver Torres entra por Jordán, supongo que Lopetegui prefirió prevenir que curar.
Llega el minuto 80 y, como antes hemos mencionado, lo que el Betis te da, el Betis te lo quita. Bellerín marca en propia puerta tras una jugada de ataque del Sevilla, que era fuera de juego, pero se valida y ni se revisa en el VAR, por lo tanto, 0-2 en el marcador y aún quedaban 10 minutos más el descuento para el pitido final, cosa que la afición ya estaba deseando porque empezó a abandonar el campo. Dentro del cabreo de perder un derbi, que hasta yo he llegado a decir que me habría ido del estadio, es cierto que no nos podemos permitir dejar solo al equipo, sobre todo en esos momentos.
Justo tras el gol, Lopetegui hace tres cambios en cinco minutos, El Haddadi entra por Rafa Mir, Delaney por Rakitic y Augustinsson por Acuña. El Sevilla ya pensando en aguantar el resultado. En el banquillo, del Betis sale Joaquín por Fekir, que siendo el minuto 88 me pareció un cambio absurdo y que no aportaba nada.
Durante los últimos 20 minutos Tello tuvo un par de ocasiones bastante significativas pero que no terminaron en nada y en el 92 vio la cartulina amarilla.
En definitiva, partido flojísimo del Betis, lo que se esperaba tras la dinámica que habíamos visto en los últimos dos partidos. También pienso que no hemos visto al mejor Sevilla de los últimos derbis, pero claramente superiores y se refleja en el resultado.
No sé qué ha pasado desde Madrid, pero el Betis ha dado un bajón enorme y en tres partidos llevamos un 0-9 en contra. Juego pobre, sin peligro, ocasiones contadas, jugadores totalmente desaparecidos y ánimos por los suelos desde prácticamente el principio del partido. Espero y deseo que Pellegrini encuentre la forma de levantar esto, aunque no será un camino fácil con las dificultades que vamos a encontrar por las sanciones que tenemos de cara a los próximos partidos. Mucho que trabajar, mucho que mejorar y muchas posiciones que cubrir.
Como dice el título, Crónica de una muerte anunciada, se esperaba poco y se consiguió menos.