«Don’t stop me now»

Tonight
I’m gonna have myself a real good time
I feel alive
And the world, I’ll turn it inside out
Yeah!
I’m floating around
In ecstasy

In ectasy, tras vencer en el Camp Nou. In ectasy, tras lograr la quinta victoria consecutiva. In ectasy, tras meter cabeza en el podio de LaLiga. El balompié se entremezcla con la música en este artículo. Porque así lo hizo durante toda mi vida. Porque así lo hará. Tienen cosas en común: al igual que la bola puede avivar un estado de ánimo exánime, una melodía también. De igual manera, ambas pueden acompañarte con gusto a lagrimear. Quién se vea atrapado por el fútbol, lo entenderá. Quién en algún momento de su vida haya patinado sobre las líneas de un pentagrama, también. A priori, uno puede elegir con qué banda quiere ir, tanto en la música, como en el fútbol. En absoluto, a mí una banda me cautivó, que fue la que colorea mis días de verdiblanco. Con respecto a las otras, fue mi entorno social quién las ha ido dejando en mi buzón. Cual cincel, me han ido esculpiendo poco a poco. Hoy, una banda está en éxtasis, y las otras me transmiten que no quieren que esto se detenga. In ectasy. Que así sea.

Hablar de bandas es también hablar de cine. Es decir, hay bandas que son cine y hay bandas que son música. No concibo a los Piratas del Caribe surcando los mares sin la melodía de Hans Zimmer. Tampoco me creo un atraco de ‘La Resistencia’ sin que entonen el himno partisano «Bella Ciao». Menos aún a los Peaky Blinders fanfarroneando sin la compañía de los rockeros Nick Cave and the Bad Seeds. Energético, desfasado y alegre, a la banda de Pellegrini hay que traerle algún compás de Queen. Porque todavía, «We aren’t the champions», but «Don’t stop me now».

Rockeros en éxtasis

El pasado sábado, faltó una pieza sin la que a priori no puede cerrarse un puzzle. Hace unas semanas, os diría que es una pieza baladí, fundamental o esencial. A día de hoy, Fekir es uno más de la banda. Sin él, a la banda le dio para encandilar al Camp Nou. Estuvo Tello, estuvo Aitor, estuvo Juanmi. Tres que hace unos meses estarían limpiando las cuerdas de la guitarra del francés, esta vez afinaron las cuerdas y como niños juguetones se dispusieron a tocarla. Y se gustaron. Se gustaron tanto que de un culetazo sacaron a Fekir del escenario. El Comité no lo dejó tocar esta semana de todas formas. Pero es que estos tres hicieron que nadie se acordase de él. «La individualidad es importante pero debe haber funcionamiento del equipo», expresó el chileno tras el triunfo, preguntado por la ausencia de este. Qué grupo tiene Pellegrini, y qué conciertazo dio el sábado.

El Real Betis salió el sábado del Camp Nou con tres puntos más. Se hace costumbre ver al equipo ganar. Son veintisiete victorias en 2021 como año natural. Solo en 1997, con veintiocho, se ganó más. Aún quedan cuatro oportunidades para como mínimo, igualar la hazaña. Pero se hace raro. También se hace extraño ver al equipo con hambre competitiva ante equipos de tal escala. A esto no nos tenía acostumbrado Manuel, quién contaba por derrota sus últimos diez partidos frente al Barça. No podemos tampoco habituarnos a vencer al Barcelona, toda vez que en el siglo XXI no hay equipo que haya estado más minutos venciéndonos (1515). Son datos de @pedritonumeros y de @LaLigaenDirecto. Pero al fin y al cabo, «son tres puntos más». Esa es la mentalidad del entrenador. Una mentalidad ambiciosa e impepinable para el dichoso crecimiento del club. Veintisiete veces me he preguntado en lo que va de año si sería la última victoria en mucho tiempo. Lo hago también con cada gol de Juanmi. Lleva once por cierto. En las últimas tres jornadas envió hasta en cinco ocasiones el balón a las mallas. Se merecen que no desconfíe. Igualmente, lo voy a seguir haciendo.

Atónito

«Pasmado o espantado de un objeto o un suceso raro» dice en la RAE. En el idioma de AC/DC aparece como «Thunderstruck». En el mío como «tambores de guerra en los calentamientos del Villamarín». A pesar del empuje del Villamarín, los verdiblancos han sumado esta temporada en LaLiga más puntos como visitante (16) que como local (14). A falta de dos enfrentamientos, esa estadística está por decidir. Este domingo viene la Real Sociedad. Encadenan dos derrotas consecutivas en la competición doméstica y el Real Betis podría darle la estocada que ampliase la diferencia entre ambos a los cuatro puntos.

Antes, el «You’ll Never Walk Alone» en Glasgow, donde el Real Betis, clasificado ya, se juega un bonus extra de 630.000 euros más por vencer. Allí no tendrá la banda sonora de los AC/DC, como tampoco tendrá el «Stereo Love» de Edward Maya. Ni tan siquiera la «Imperial March» de John Williams que le prestó a Star Wars, pero que también acompaña a la alineación de los villanos que visitan el Benito Villamarín. Aún así, no estaría de más encadenar una sexta victoria consecutiva. Y luego una séptima. Y luego una octava, para así acabar el año in ecstasy. Qué siga sonando Queen. Quién sabe, quizás la próxima temporada Tonny Britten, con el permiso de Handel, quién compuso «Zadok the Priest», (composición de donde procede el Himno de la Champions) esté dispuesto a dirigir sus violines en Heliópolis. Quizás, la melodía mágica de la Liga de Campeones, nos haga soñar el año próximo. Igualmente, voy a desconfiar. But «Don’t stop now», Pellegrini.

Ivan Diaz

Estudiante de Periodismo en la Universidad de Sevilla. "El fútbol que se lee".

Ver todas las entradas de Ivan Diaz →

Deja una respuesta