Decía así la noticia de una corresponsal en Santiago de Chile para «El País»: A Gabriel Boric y sus compañeros de ruta les llegó todo de golpe. Junto a Giorgio Jackson y Camila Vallejo lideraron las protestas estudiantiles de 2011 y 2012 en Chile, con el objetivo de obtener una educación gratuita y de calidad. Al poco tiempo, con menos de 30 años, los tres pusieron un pie en el Congreso, conformando la «bancada estudiantil» en la Cámara de los Diputados. Pasaron los años y de forma inesperada en sus orígenes, anunciaron la candidatura a la presidencia a comienzos del año 2021, ya que el mismo Boric alcanzó los 35 años, una edad que le permitió perfilarse como aspirante a presidente. El próximo mes de marzo, tras un triunfo contundente en el pasado diciembre, será proclamado presidente del Gobierno chileno.
Desde Chile, para nada encajada esta introducción como cajón que no cierra, proviene el nombre del momento en clave Betis. Enteramente opuesta su situación a la de Gabriel Boric, quien sin experiencia ninguna alcanzó el mando, Manuel Pellegrini Ripamonti sí está curtido en mil batallas. Así, ahora el veterano entrenador lo ha transmitido a su vestuario. Hay hambre competitiva, y prueba de ello es la prolongación de buenos momentos en la situación deportiva. Con los Cuartos de Final a la vista, comiendo en la misma mesa de los vecinos y de Florentino Pérez, Rusia espera para finales de mes.
Mis antepasados de la curia lo dictaminaron en una profecía allá cuando Sevilla era Hispalis. Cualquiera que desee hacer el Camino de Santiago desde Sevilla tiene que tomar de principio a fin la famosa Ruta de la Plata, de origen romana. Sí, parando en León. Nosotros al Valladolid le ganamos, eso contará. Como decía, los verdiblancos atraviesan por unas circunstancias maravillosas, que tienen como objetivo tocar la, (a ver si lo adivináis), la plata sí. Es por ello que como a Pellegrini le dé por ganar la Copa, los verderones pasarán olímpicamente de Compostela y harán la Pellegrinación a la Santiago chilena.
Hablando de juventud y de gladiadores romanos, tiene Pellegrini un hercúleo caballero en la zaga. Tras un breve periplo, a modo de SICUE en Oviedo, el canterano Édgar González lideró el salto de la «bancada estudiantil» a la presidencia de la retaguardia bética. Quizás no tenga experiencia, tal y como el entonces senador Ignacio Walker achacó a Gabriel Boric, por ni tan siquiera haber concluido su carrera de derecho. Sin embargo, el central acalla bocas con sus dotes de mando. La primera la mía, pues en su momento no me pareció una pieza suficiente ni para el banquillo. A día de hoy, con la boca bien grande confieso que es el zaguero más en forma de toda la defensa.
A Édgar como a Gabriel le llegó todo de golpe. A ambos les espera un largo futuro por recorrer. A uno le aguardan feroces delanteros, y a otro un sinfín de asuntos que tratar para mejorar la vida de los ciudadanos de todo un país. Los dos, alentados por sus seguidores, tienen ambición para levantar un país, un estadio o una calzada romana, (con lo que se pongan). Édgar, a Juan Pinto del «Diario de Sevilla» le dijo en estos días que «hace mucho que el Betis no gana la Copa y podría estar en semifinales». Otro que se apunta a la Pellegrinación. A por la plata valientes.