Llegaba el autobús verdiblanco a Cádiz con las bajas ya tradicionales de Montoya y Camarasa, ambos lesionados, y se sumaba Rui Silva como novedad, renqueante aún del golpe sufrido en el último minuto de la prórroga en el Deutsche Bank Park. Tampoco disponía de oportunidad en el Nuevo Mirandilla William Carvalho, quien cumplió 30 años esta misma semana, por acumulación de tarjetas.
En la otra cara de la moneda, Canales, Borja Iglesias, Miranda, Fekir y Pezzella volvían a aparecer en la convocatoria, ausentes frente al Osasuna; unos por molestias y los dos últimos por acumulación de tarjetas. La situación de ambos equipos los obligaba a puntuar para no depender de los siguientes partidos de la jornada: el Betis para mantener la posición privilegiada de quinto clasificado y aspirante a entrar en Europa League y el Cádiz para mantenerse fuera de la zona de descenso.
Empezó la primera mitad con ambos conjuntos un tanto acelerados, lo que condujo a un comienzo de encuentro agitado y un tanto impreciso. Esto no impidió diferenciar los estilos de juego diferenciados de cada conjunto: verticalidad por parte del Cádiz y control de balón de los verdiblancos.
La primera jugada a destacar del encuentro la firmaría el conjunto heliopolitano en el minuto 15. Sabaly dirigía el balón hasta la línea de fondo para dar un pase a atrás hacia Canales, que remataba con pierna derecha para acabar en gol tras rebotar en dos defensas del Cádiz. El VAR, sin embargo, anuló el tanto tras interpretar que el error del defensa gaditano venía motivado por un Nabil Fekir que se dirigía hacia el balón desde posición antirreglamentaria, pese a que el balón se encontraba ya dentro de la portería cuando el franco-argelino inicia la carrera. Con esta jugada se volvió a desatar la polémica ante las decisiones arbitrales, protagonista de varias jornadas de Liga.
La primera amarilla del encuentro llegaba en el minuto 24 para el lateral diestro del Betis, Sabaly. Dos minutos más tarde se reclamó tarjeta roja para Fekir tras un manotazo a Iván Alejo en una arrancada, jugada a la que el árbitro no dio más importancia. El Cádiz, por su parte, siguió dispuesto a crear peligro mediante centros laterales, repelidos todos ellos por la defensa verdiblanca con Bartra y Pezzella al mando. Con todo esto, se acabó la primera parte con empate a cero en el marcador.
La primera ocasión de la segunda mitad la firmaría Andrés Guardado en el 47, que mandaba el balón al travesaño de la portería de Ledesma tras una buena jugada combinatoria de Canales y Fekir. En los siguientes diez minutos se sucedieron los intentos por parte de los dos conjuntos sin ninguna jugada a destacar. Sería en el 58, tras un saque de banda de Luis Hernández y posterior peinada de Negredo, cuando el Cádiz se adelantaría en el marcador gracias a un gol de Iván Alejo. Este se encontró un mal despeje de Juanmi en el área pequeña al que solo le hizo falta meter la puntera para engañar a Bravo.
Sería esta jugada la encargada de despertar al banquillo de Manuel Pellegrini. En el minuto 59 se marchó Willian José, errático en la mayor parte del partido, para dejar sitio a Borja Iglesias.
La primera amarilla para el conjunto cadista sería para Rubén Alcaraz en el minuto 64. El Panda fue el protagonista de la siguiente jugada clara en el minuto 67, comandada una vez más por Sabaly en banda derecha tras un desplazamiento en largo de Marc Bartra. El senegalés envió un pase atrás desde la línea de fondo que no conectó con Borja, aunque
quedaría todo anulado por fuera de juego del lateral bético. Pellegrini decidió entonces seguir moviendo el banquillo: en el 67 salió al campo Joaquín por Guardado y Bellerín sustituyó a Sabaly; en el minuto 76 se marchó Juanmi para dejar sitio a Tello.
Sería uno de los recién ingresados, Cristian Tello, quien pondría las tablas en el marcador en uno de los primeros balones que disputó en el minuto 78. Tras una jugada combinatoria y una excelente dejada de Fekir, remató a puerta con su pierna derecha, colocando con delicadeza el tiro al palo izquierdo de la portería defendida por Conan Ledesma.
Tras una jugada del equipo del Ingeniero en el minuto 80, Borja Iglesias decidió seguir a Rubén Alcaraz, quién parecía tener el balón completamente controlado, forzando el error del defensa cadista. Este, al intentar despejar, impactó en la pierna del delantero, provocando así un penalti claro a favor del Betis. El propio Panda lo ejecutó en el 84, tras varias revisiones del VAR, sin que Ledesma pudiera evitar el tanto. Por lo que sería otro jugador salido del banquillo el que consumaría la remontada frente a un Cádiz difícil de dominar y que aún tendría un par de ocasiones.
La primera de ellas sería un cabezazo de Álex Fernández que se marchó por la derecha de la portería de Bravo en el 87. La última, precisó de la intervención del portero chileno del Betis tras un lanzamiento de falta desde la medialuna provocado por Marc Bartra, al que le costó la tarjeta amarilla.
Pese a tener que remontar el resultado, Borja Iglesias confirmó las buenas sensaciones del equipo al ser preguntado al acabar el partido. Afirmó que el objetivo del equipo pasa por luchar por puestos Champions sin perder de vista el encuentro más ilusionante de toda la temporada: la final de Copa del Rey del 23 de abril.