Fin a una temporada nefasta: errores en fichajes, Rubi e ir a Europa

Es cierto que no todo es malo. El Betis hizo cosas bien a nivel extra deportivo durante la pretemporada y partidos contados a nivel deportivo. Una empresa bien gestionada, pero que no es rentable a nivel deportivo. Con la ilusión de ir a Europa la próxima temporada, pero que se quedó a 15 puntos del objetivo y a 5 del descenso.

El Betis firmó a Rubi para las próximas tres temporadas. Un entrenador que había metido al Espanyol en puestos europeos 12 años después y que prefirió un nuevo proyecto con el Betis que disputar la Europa League con el club catalán.

Los grandes aciertos del Betis fueron alguno de los fichajes como Álex Moreno, que parecía que venía como suplente de Alfonso Pedraza y que a las pocas semanas se convirtió en el titular indiscutible, a pesar de que en el último tramo de temporada no estuvo a su nivel.

Pero sin duda, la gran gestión que hizo esta temporada del Betis fue la contratación de Nabil Fekir, tentado por otros equipos como el Valencia o el Sevilla en la liga española. El campeón del mundo logró grandes actuaciones a nivel individual contra los mejores equipos de España, como los dos partidos ante el Barcelona, anotando un gol en cada partido, o el encuentro contra el Real Madrid en el Benito Villamarín dando una asistencia.

Sin embargo, el Betis gastó 28 millones de euros en Borja Iglesias, un delantero que la temporada anterior, con Rubi en el Espanyol, había sido una de las grandes sensaciones de la Liga. Un jugador muy mediático y con un gran cartel, pero que, o por el estilo de juego del Betis o porque su rendimiento no fue el adecuado, terminó siendo una de las grandes decepciones de la temporada.

Otra de las malas gestiones fue la contratación de Dani Martín, un portero que había jugado tan solo 4 partidos en Segunda división con el Sporting de Gijón donde encajó 7 goles, siendo uno de los culpables de la eliminación de la Copa del Rey ante el Rayo Vallecano. Pau López, internacional con España siendo bético, se vendió a la Roma y se fichó por 5 millones de euros a un futbolista que meses atrás había debutado en Segunda división. Joel Robles, portero suplente la temporada anterior, cogió la titularidad del club verdiblanco. Necesitó una competencia sana que tuviera opción de arrebatarle la portería.

Un gran sector de la afición verdiblanca es muy ambiciosa y le pide a los dirigentes que el Betis tenga una visión ganadora. El problema es que la zona noble del club de las trece barras solo se esfuerza en las ventanas de fichajes, en el mercado de verano y de invierno. Eso me hace replantearme cuál es el problema: si es fruto de la casualidad, de los dirigentes del club o de los jugadores.

En todas las entrevistas realizadas desde la pretemporada hasta el parón de la Liga debido al confinamiento, tanto los jugadores como la directiva expresó en todo momento que el objetivo era luchar por entrar en Europa. El Betis no llegó a entrar en puestos europeos, siendo la posición más alta en toda la temporada la de noveno en la jornada 6, y llegó a estar en la jornada 2 en descenso, siendo colista.

Parte del club y de aficionados pusieron el punto de mira en Rubi como culpable de la posición en la clasificación y que con un cambio en el banquillo, el equipo mejoraría. Sin embargo, la peor versión del equipo ha sido sin Rubi, cosechando solo dos victorias en ocho partidos. No culpo a Alexis Trujillo, la culpa creo que no es del entrenador. El problema puede estar en el rendimiento y relajación de los futbolistas, de la gestión deportiva de los dirigentes o simplemente un problema de motivación. Directiva y plantilla están acomodados ante una afición, que aunque es muy crítica, siempre apoya y se contenta con cualquier alegría que se le da cada cierto tiempo

La intención del club es el fichaje inminente de un director deportivo, parcela ausente desde la marcha de Lorenzo Serra Ferrer, ya que Alexis Trujillo seguirá siendo el coordinador del área deportiva, y todo parece indicar que será Antonio Cordón. Con las grandes dotes empresariales de la cúpula del Betis, un hombre de fútbol puede dar luz a un nuevo proyecto liderado por un viejo rockero de nuestra Liga como es Manuel Pellegrini.

Pero, y si aún así, no se consigue el objetivo marcado, ¿qué ocurrirá? ¿El año siguiente será el bueno? ¿Seguir quejándonos de decisiones arbitrales? Por decisiones arbitrales el Leganés no hubiera descendido y sí el Celta de Vigo, y el Getafe hubiera jugado la próxima temporada en Europa y no el Granada. Es cierto. Pero eso es una justificación en la última jornada y no justificación alguna para ser el segundo equipo más goleado de toda la Liga después del Mallorca, encajando 60 goles.

Como he dicho al principio, no todo es malo. El club ha manifestado en sus redes sociales un mensaje reconociendo que no han estado a la altura de la afición, afirmando que es «una temporada para olvidar«. Le honra al departamento de comunicación del club pedir perdón a sus 50.373 abonados, además de aficionados, simpatizantes y béticos del universo.

Pedro M. Lozano.

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