Antonio Cordón y la dificultad de lo simple

Antonio Cordón llegó el pasado verano generando una gran ilusión entre la mayor parte de una afición que confiaba en poder volver a ver a un equipo competitivo, ilusionante, y capaz de disputar los puntos a cualquier rival que se pusiera por delante.

El nuevo director deportivo de la entidad verdiblanca vino con la vitola de cazatalentos, de ser una persona con gran habilidad para moverse en el mercado en busca de jugadores emergentes que hacen que un equipo crezca de manera exponencial tanto en lo competitivo, por el desempeño de las incorporaciones, como en lo económico, por las plusvalías que se pudieran generar con las ventas posteriores.

Parte de la afición puede sentirse quizás, tras finalizar el mercado de fichajes, decepcionada al ver menos movimientos de los que se pudieran haber esperado. Sin embargo el trabajo de Cordón ha sido arduo en uno de los mercados más atípicos y difíciles que se recuerdan por la patente crisis económica que se vive en la actualidad y que ha golpeado de lleno también al mundo del fútbol.

Si analizamos de forma pormenorizada la labor del actual director deportivo, se puede ver una gran implicación y una idea muy clara del extremeño desde que aterrizara en el barrio de Heliópolis. Conseguir un gran compromiso por parte de todos.

Cordón se encargó desde el primer día en dejar claro que buscaba hacer un grupo compacto, fuerte, y comprometido, más allá de los nombres que formaran parte del proyecto.

Analizó la situación y la plantilla estando en primera línea en cada entrenamiento desde que comenzara la pretemporada, en constante comunicación con Manuel Pellegrini, y sabiendo que el margen económico para las incorporaciones iba a ser mínimo. Por lo que la base era mantener el grueso de una plantilla que tiene mucho más potencial que el mostrado en la pasada campaña.

Finalmente, cuatro han sido las incorporaciones realizadas, todas sin coste en lo que a traspasos se refiere, y reforzando posiciones claves como la defensa: con la incorporación de Montoya, Víctor Ruiz, y Miranda; y la portería, con el fichaje de Claudio Bravo.

Una de las cosas que más se tendría que valorar, es el haber sido capaz de mantener a los jugadores clave que ya tenía el club verdiblanco en temporadas anteriores. En el caso de haberse producido algún traspaso, más que probablemente habrían sido ventas por debajo de su valor real debido a la actual situación económica, lo cual habría dejado poco margen para encontrar un recambio de garantías.

Queda ahora demostrar con resultados el trabajo hecho hasta el momento. Hay que tener en cuenta que la labor de Cordón no ha acabado, ya que tendrá por delante el mercado invernal en el que se valorarán posibles modificaciones en la plantilla, y se irá perfilando la próxima temporada. Este momento será importante para poder negociar con los jugadores que no hayan renovado con sus respectivos equipos. Sin duda, una magnífica oportunidad para conseguir adquisiciones interesantes y sin un gran desembolso económico.

Hasta ese momento Cordón seguirá, como ha demostrado desde su llegada, evaluando la actitud y aptitud de los jugadores de forma diaria para tratar de conseguir que la plantilla rinda al máximo, y que el bloque esté por encima de todo, algo clave para que un equipo de fútbol consiga éxitos; sin duda lo que quiere y necesita la fiel afición bética.

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