La primera parte empezó por todo lo alto, en una jugada de pizarra Nabil Fekir puso por delante al conjunto de Rubi en el minuto 7.
Como si de una apisonadora se tratase, el conjunto visitante tuvo a los 2 minutos de marcar una ocasión en botas de Álex Moreno que el lateral catalán envió alto, una acción en la que pudo pasar a Borja Iglesias pero decidió finalizar, cosa que saldría cara unos minutos después.
Como si en un destello de los peores momentos de épocas pasadas, un error garrafal de Joel Robles y Mandi en salida de balón hizo que el joven Edgar derribase al exbético Inui y Orellana empatara de penalti en el minuto 15 del encuentro.
Con este tanto, Joel sigue con su mala racha con respecto a la pena máxima y ya son 9 los que ha encajado en su etapa en el Betis en la cuál no ha conseguido detener ninguno, pese a que en Inglaterra era considerado un experto en este tipo de acciones.
La acción más polémica volvió a caer en contra del conjunto de las 13 barras, puesto que a criterio del reglamento, Fabián Orellana debió ser expulsado a los 26 minutos tras un codazo sobre Marc Bartra cuando el extremo chileno ya había visto una tarjeta amarilla, pudo ser roja, tras una violenta patada sobre el autor del gol visitante.
Tras el empate, el Betis se vino abajo y ambos equipos jugaron con miedo a perder lo conseguido y tras 2 minutos de añadido se llegó al descanso en el feudo vasco.
La segunda parte ha sido un festival de ocasiones para ambos conjuntos, el Betis anotó un gol que le fue anulado por un fuera de juego de Borja Iglesias en un rechace de un tiro de Fekir nada más volver de vestuarios.
Ahí el Betis fue protagonista y jugó muy bien pero otra vez la falta de acierto y una vez más el portero rival privaron al betis de la victoria.
Rubi movió fichas y pudo ganar el partido con 3 ocasiones muy claras, pero Dimitrovic en 2 paradas descomunales y Tello en su cada vez más habitual error decisivo evitaron el triunfo bético.
Joel salvó con una parada minutos antes al Betis en una contra pero cuando mejor estuvo el equipo erró y perdonó lo que un equipo con las aspiraciones que tiene el conjunto de Heliópolis no puede perdonar.
Cristian Tello perdonó una ocasión clarísima parecida a las que ya erró en Vallecas o Cornellá y empieza a ser preocupante el estado del futbolista catalán que tras no salir en invierno se esperaba que cambiase algo su situación ya que no contaba apenas para Rubi pese a que en agosto estaba en todas las quinielas para ser titular dado que el técnico y él coincidieron en el FC Barcelona.
Aún con el mal sabor de boca del empate el Betis rompe una racha negativa de derrotas en el feudo armero pero empiezan a disiparse las opciones europeas.
La semana que viene, los verdiblancos reciben al Barcelona y empiezan uno de los meses más difíciles del campeonato donde puede engancharse o quedar en territorio de nadie y tras el desastre de Vallecas podría estar sin objetivos en marzo, lo que sería un fracaso dada la calidad de la plantilla y la ilusión del beticismo y el propio club ante esta temporada.