Dani Martín (6). No tuvo trabajo de verdad hasta el minuto 80. Sin embargo, lo solventó con muchísima madurez y una calma que se echaba de menos en la portería. Mérito suficiente para continuar defendiéndola en los partidos que restan.
Emerson (6). El regreso a la defensa de cuatro hizo que no se atreviese en ataque como otras veces, pero estuvo muy correcto en defensa y aguantó los 90 minutos al nivel físico que acostumbra.
Mandi (5). No estuvo tan mal como en sus últimas apariciones, pero bien es cierto que, con el debido respeto a Osasuna, el nivel del desafío que enfrentó fue prácticamente nulo. Algo blando, pero sin errores que mencionar.
Feddal (6). Su encuentro, como el de Mandi, ha de entenderse en su contexto: Osasuna no supuso un verdadero reto en ningún momento. Aún así, el marroquí cumplió y dio un gran pase largo en el comienzo de la jugada del 3-0.
Álex Moreno (5). Ante Osasuna, Alexis apostó por un doble lateral izquierdo que facilitó la labor defensiva del catalán, pero le lastró a la hora de atacar. Correcto en el repliegue, pero desaparecido a nivel ofensivo.
Guido Rodríguez (8). Abrió el marcador con un gran cabezazo a los pocos minutos. Sin embargo, su partido (el mejor con la verdiblanca) fue tan redondo, que el gol resulta casi anecdótico. Queda la duda de saber qué futbolista habríamos visto estos meses si el equipo fuese otro, pero parece claro que ha de ser una pieza fundamental del Betis 2020-2021.
Guardado (6). Desde el comienzo del encuentro, el mejicano aportó algo que solo él tiene en esta plantilla: equilibrio. Generoso en las ayudas defensivas y simplemente correcto en la elaboración del juego.
Joaquín (6). El portuense volvía a la titularidad y, mucho tiempo después, a la banda derecha. Paradójicamente, se encontraba en el flanco contrario cuando puso un balón con música a la cabeza de Guido. Muy activo mientras le aguantaron las fuerzas.
Pedraza (7). Ante Osasuna, el cordobés ocupó la posición con la que deslumbró a toda España en su año en el Alavés: el extremo izquierdo. Partiendo de la banda, fue un puñal que atacó una y otra vez la espalda de su par. Autor del 2-0 en una jugada en la que fue protagonista desde su inicio.
Fekir (7). No le importa el rival, el nivel de sus compañeros o cuántas faltas reciba. El francés es un futbolista de tal dimensión que su fiabilidad sólo se ve superada por su talento. Una jornada más, la mayoría del peligró nació de sus botas.
Borja Iglesias (3). El gallego trabajó como el que más mientras el físico le aguantó (menos minutos, por cierto, de los que estuvo sobre el campo), pero ni ante la defensa más permisiva que ha pisado el Villamarín en toda la temporada, fue capaz de marcar, o sencillamente aportar algo verdaderamente positivo al equipo. Esta vez, la excusa de que no le llegan balones no es de aplicación.
Tello (6). Sustituyó a un cansado Joaquín en el primer cambio de los de Alexis. Sin hacer su mejor partido, aportó velocidad, movimiento y desborde por la banda.
William Carvalho (5). Dio el relevo a Guardado y, sin mejorar al mejicano, le bajó una marcha al partido y puso un punto de tranquilidad que no le vino mal a aquellos compañeros que empezaban a acusar el calor.
Aleñá (6). Saltó al campo algo perdido, pero poco a poco fue tomándole el pulso al partido. No en vano, lo terminó de la mejor forma posible: rubricando con el último gol una gran jugada de Loren.
Loren (7). Lo suyo no debe considerarse una reivindicación al uso, sino más bien la enésima muestra de que tanto Rubi como Alexis han perpetrado una injusticia inexplicable en el reparto de minutos Loren / Borja Iglesias. Y es que en menos de diez, el marbellí, otra vez, superó las prestaciones de su competidor por el puesto de delantero centro. Asistencia de crack a Aleñá en el 3-0.
Juanmi (S.C.). Entró en la misma ventana que Loren, pero no aprovechó sus minutos de la misma manera. No obstante, lo cierto es que fueron tan pocos que sería injusto valorarle bien o mal.