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Jueves de fútbol, jueves de Liga Europa en el Benito Villamarín donde se enfrentan Betis y Aris Limasol, el Betis con los deberes hecho para y mirando hacia el encuentro entre el Rangers y el Spartak de Praga, para ver quién podría ser líder de grupo y de esta forma, ir a por todas para pasar como cabeza de grupo y evitar a cocos procedentes de Champions.
Pellegrini salía con un once prácticamente titular pero con ausencias, lógicamente reservadas para la cita del domingo en el Sánchez Pizjuán, por lo que colocaba a Bravo en portería (único portero del primer equipo salvando a Vieites que es el filial), Ruibal, Pezzella, Marc Roca y Abner Vinicius en la defensa, centro del campo para Guardado, Carvalho, Abde, Rodri y Luiz Henrique, y delantera para Borja Iglesias.
El partido comenzaba con un Betis eléctrico y lleno de energía, que ponía una buena presión y buenas defensas y ataques, que fueron desinflándose conforme pasaba el tiempo a la vez que el Aris cogía fuerzas e igualaba la velocidad de los pistones de producción a los del Betis. No fue hasta el minuto 33 en el cual, Borja Iglesias se reencontraba con el gol y abría la lata para adelantar al conjunto heliopolitano. El resto del tiempo de la primera parte era una ida y venida lenta del balón de un equipo a otro, con un Betis que empezaba a ponerse bastante espeso y un Aris que estaba deseando alguna contra para poder hacer su jugada preferida, que es ni mas ni menos que salir en una contra rápida.
Con el inicio de la segunda parte, el Betis se colocaba en el campo con los mismo 11 jugadores que se veía de sobra que algunos no iban a dar mucho mas de lo que habían podido aportar, por lo que pasados prácticamente 15 minutos, Pellegrini decidía hacer un triple cambio introduciendo en el campo a Isco, Guido y Ayoze para poder dar tanto lucidez como solidez a la defensa y al ataque. Y tuvo bastante efecto, ya la entrada de Isco supuso una revolución mayúscula para la zona de tres cuartos de campo, con la llegada del 2-0 en el 64’ por parte de Aitor Ruibal con un zambombazo que el portero para en primera instancia pero que por la fuerza que llevaba entró del tirón. El toma y daca bético continuaba con un Isco que no paraba de coger, subir la bola y generar ocasiones claves, como el penalti revisado por el VAR que le pitan al malagueño que cede a Fekir que entraba en ese mismo instante por Luiz Henrique. Lamentablemente el francés falló el penalti pero eso no significó absolutamente nada ya que minutos después, en el 79’, Marc Roca definía maravillosamente bien poniendo el 3-0 en el marcador. A partir de este gol, el partido se convirtió en una cosa bastante extraña, como que el equipo entraba en relajación y no se puede desconectar, pues te pueden pasar cosas como el 3-1 del Aris en el 84’, lo que hacia que el equipo despertara y se pusiera nervioso, aunque el encuentro podría ir de mal en peor, ya que tras una salida de 1 vs 1 contra un jugador del conjunto chipriota, este se lesionada teniendo que llevar un vendaje en la parte posterior del muslo y con signos claros de dolor. Menos mal que este disgusto lo arregló Abde con una pedazo de jugada a pase de Isco que convertía en el 4-1 tras varias ocasiones del Betis en busca de agradar la ventaja.
El partido terminó finalmente con un mega Isco, un Fekir que parece estar entonándose, un Marc Roca soberbio y una portería literalmente coja, dejando al Betis como cabeza de grupo seguido del Rangers.
