Sevilla 2 – 0 Real Betis (1×1) Sólo Sidnei entró en la Fase 3

Fotografía: Twitter Real Betis Balompié

Joel (3). Arriesgado en las entregas, nervioso en las salidas y desacertado en el juego aéreo. Y luego está el penalti, que nunca es culpa del portero. Sin embargo, a veces se nos olvida que el trabajo de un guardameta es parar. Y Joel para poco, muy poco.

Emerson (4). Desasistido en las ayudas defensivas y desaparecido en ataque, se vio sobrepasado en todo momento. Por sus condiciones, pudo aguantar el físico mejor que otros compañeros, pero a nivel de inspiración, no le salió nada.

Bartra (5). Señalado en la jugada previa al 1-0 porque Mateu Lahoz interpretó como penalti un contacto que sólo es falta en baloncesto. Por lo demás, y aunque se hayan leído críticas en redes sociales, lo cierto es que no hay mucho que reprocharle.

Sidnei (7). Fue el mejor de la primera parte con mucha diferencia. Incluso, el único motivo por el que el resultado no se moviese antes del descanso. Sobrio y atento a cada envite ofensivo del Sevilla. Habría que preguntar el porqué de su cambio. Si no hay una lesión de por medio, es difícil de entender.

Álex Moreno (3). Muy mal partido del lateral catalán, al que el “lesionado” Ocampos toreó como quiso. Si decíamos que Emerson se vio sobrepasado, ya no digamos Álex Moreno. Impreciso en ataque, con muchas acciones que nunca supo cómo finalizar.

Guido Rodríguez (4). No empezó mal el partido. Especialmente porque recuperó balones (casi tantos como los que perdió, todo sea dicho) y aguantó, durante un tiempo, la intensidad que propuso el Sevilla. Pero fue poco a poco a menos y terminó fundido. Tiene que acostumbrarse al fútbol europeo.

Aleñá (1). Sorprendía su titularidad por delante de un Guardado que se fue al parón en su mejor momento de la temporada. Y el centrocampista cedido por el Barça no justificó su titularidad en ningún momento. Partido horrible en todos los sentidos.

Canales (3). Poco se puede decir del cántabro tras una actuación irreconocible para alguien de su talento y, sobre todo, su fiabilidad. Cedió por completo el centro del campo en el que fue, posiblemente, su peor partido como jugador del Betis. Duele que haya sido contra el Sevilla.

Fekir (5). Muchos de los que estén leyendo esta humilde crítica habrían suspendido al francés. Y probablemente lleven razón, porque se le vio errático y muy fuera de forma. Pero aun así, siempre lo intentó. A veces con acierto, a veces con un regate de más. Pero en un día de bochorno general, ponerle ganas y buscar la portería pueden ser motivos para el suficiente.

Tello (2). Si, como dijo Rubi, Joaquín no estaba para 90 minutos, habría que preguntarse para cuántos estaba Tello, porque en el Pizjuán tardó apenas diez en abandonar metafóricamente el campo. Sin espacios, sus arrancadas se pierden entre la nada más absoluta.

Borja Iglesias (0). Gran actuación del delantero gallego. Hablamos, claro está, de su participación en el torneo de FIFA 20 que organizó Ibai Llanos. Enorme también en Twitter, defendiéndose con mucha elegancia de aquellos que le insultaron. Escribimos esto, porque de su partido de esta noche, es mejor no hablar.

Feddal (3). Entró por Sidnei en un cambio que, sin lesiones mediante, resulta difícil de entender. Evidentemente, la debacle del equipo no fue más que una evolución lógica del despropósito que se estaba perpetrando ya en la primera parte, pero el hispano-marroquí tampoco ayudó a detenerla.

Láinez (6). Hizo más en los diez minutos siguientes a su entrada que todos sus compañeros de ataque en los 60 anteriores. Aportó velocidad, desborde y algún gesto técnico interesante. Tal vez el titular en la izquierda era él y no Tello.

Joaquín (6). Algo parecido a lo de Láinez, aportando ganas y nuevas ideas desde su entrada. Una pena que para entonces el Betis ya estuviese completamente fuera del partido. Debe jugar tantos minutos como las piernas le permitan, porque no hay otro como él.

Loren (5). Llegó al parón infinitamente mejor que Borja Iglesias. Y sus números, sencillamente, no admiten comparación con los del gallego. Da igual. Rubi volvió a dejarle en el banquillo hasta el minuto 69, ya con 2-0 en el marcador. Cuesta entender que un futbolista tan denostado por su entrenador haya aceptado la renovación.

Pedraza (S.C.). Entró en los últimos minutos. No quedaba nada en juego.

Michael Robinson (10). La baja más significativa de este partido. El que escribe no quería pasar la ocasión para recordar a una de las voces más representativas del periodismo deportivo, en una noche en la que, por primera vez, se echó de menos su fina ironía y su acento inglés. Descansa en paz, Robin.

Pilar Perez

Jefa de Redacción

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