Crónica| Celtic de Glasgow 3-2 Real Betis: Broche final de infarto y pólvora mojada

Foto vía: Real Betis

Finaliza la 6ª jornada de la fase de grupos de Europa League y con ello la fase previa a la ronda del K.O. Ni escoceses (terceros de grupo y con billete a Conference League) ni sevillanos (esperando rival entre los caídos de Champions) iban a modificar su posición en el Grupo G independientementedel resultado de hoy. Con la suerte echada para ambos equipos, la visita a Glasgow se antojaba como puro trámite, al menos, deportivamente. En el ámbito económico, el Betis se jugaba más de 1 millón de euros en concepto de recompensas por victoria. Pellegrini presentó un 11 con multitud de cambios, como nos tiene acostumbrados con su política de rotaciones.

Con un comienzo bastante tímido del Betis, los escoceses gozaron de dos saques de esquina en 3 minutos. En el segundo de ellos, un cabezazo de Welsh a centro de Abada dio la ventaja a los locales. La salida de balón del Betis fue dificultosa debido a la presión del Celtic, que poco a poco los visitantes lograron sacudirse generalmente por banda izquierda. Miranda supo asociarse brillantemente con Joaquín, Tello y posteriormente Lainez. Fue en el minuto 16 cuando llegó la primera ocasión bética. Recuperación de Pezzella, centro raso de Borja y disparo forzado de Lainez que se marchó desviado.

A partir de este momento, los de Pellegrini se hicieron con las riendas del encuentro. La autopista que se encontró Miranda en su carril casi da sus frutos con un regalo a Joaquín que salvó Bain en boca de gol. En el ecuador de la primera mitad, un pase de Rui Silva fue taponado por Ajeti, que casi pone el 2-0 en el marcador a favor de los de Glasgow y costó una lesión muscular al suizo. Un pequeño susto que no frenó la búsqueda del empate por parte del Betis, con un Lainez inspirado, quien se dedicó a desbordar, forzar faltas e incluso tarjetas aprovechando la dureza de juego de los escoceses. El Betis encontró en los disparos lejanos de Tello, Joaquín y William sus mejores oportunidades. Fue el de Paul el más espectacular estrellándose en el palo en la última jugada de la primera parte.

Comienzo del segundo acto marcado de nuevo por los despistes del Betis. Rui Silva volvió a cometer una imprecisión en la salida de balón minutos antes de una falta que le costó a Pezzella la amarilla. Tras unos minutos de equilibrio, un mano a mano que desaprovechó Tello se sumó a la larga lista de ocasiones desperdiciadas por el Betis. El extremo catalán fue de lo más peligroso en el ataque del Betis. También el Celtic falló algún remate, como el de Abada en el ’57 tras un corner. Con la salida de Lainez y la entrada de Canales, Pellegrini lanzó el claro mensaje de que iba a por el partido.

Llega el tramo «loco» del encuentro. Tras mucho empuje, el tanto del empate llegó en el minuto 68. Una gran jugada individual de Joaquín culminó en un buen centro a Borja, que tras una buena parada de Bain y golpear el palo rebotó en el guardameta para finalmente introducirse en la portería. Poco duró la alegría bética, ya que en el ’72 llegó el gol de Henderson tras un centro raso de Johnston. Golpe duro para los de Pellegrini, pero supieron reponerse a los 2 minutos. Buen pase filtrado de Canales a Borja que no perdona en el mano a mano. Sin tiempo ni siquiera para disfrutar de la repetición, el colegiado concedió un discutible penalti de Edgar sobre Abada, que no perdona Turnbull desde los 11 metros para poner el definitivo 3 a 2 en Glasgow.

La tregua llegó, desafortunadamente, con un choque entre Uroghide y Bitton que quedó en un susto. A todo esto Pellegrini decidió dar entrada al campo a Juanmi, Willian José y Álex Moreno. Salvo el susto del gol anulado a Johnston, el tramo final fue de dominio bético. El Betis, alentado por más de 200 gargantas, casi encuentra el gol del empate en un cabezazo al larguero del mago de Coín, aunque también pudo recibir la sentencia en una contra del Celtic en los últimos compases. Finalmente, el partido acabó con victoria del Celtic. Pese al buen partido del Betis en algunos tramos, la falta del puntería, una serie de imprecisiones defensivas y el mal arranque en ambas partes (sobre todo en la primera) propiciaron la derrota bética, por suerte, sin importancia en la clasificación.

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