por 
Así nos ha dejado este Betis.
Viajábamos como terceros a un campo siempre complicado, en el que el Real Betis nunca había ganado y en el que en este tampoco sería pues el Plan del Ingeniero no terminó de cuajar.
Comenzaba la primera parte con un gol tempranero del equipo local, Iñaki Williams, que llevaba sin marcar desde octubre, empujaba el balón hasta el fondo de las mallas dejando a los jugadores béticos descolocados. Pero pronto serían capaces de rehacerse los de Pellegrini y, poco después, Juanmi, quién si no, empataría el encuentro tras un centro de Álex Moreno, que lleva firmando una temporada brillante.
El partido se convertía en un correcalles, y, entre idas y venidas, Gil Manzano pitaría el final de la primera mitad en San Mamés con tablas en el marcador.
Ya en la segunda parte, el Betis llegaría con mucha más facilidad a la portería rival. Las ocasiones se sucedían pero sin encontrar fortuna hasta que en el minuto 52 Fekir mandaba el balón a la parte superior de la red. Gol visitante y los verdiblancos lograban remontar el encuentro.
Cuando todo lo tenía el Betis de cara y se esperaba ese tercer gol a la contra que diera la tranquilidad se apagó el equipo, coincidiendo con la salida del campo de Guido. El Athletic, con más corazón que fútbol, supo darle la vuelta al marcador. Primero con otro golazo de Iñaki Williams y el último, obra de Óscar de Marcos, en el 89, que valía para darle la victoria a los rojiblancos, que llevaban sin ganar desde octubre ante el Villarreal.
Partido bonito para el aficionado al fútbol en general pero que a los béticos nos deja con la miel en los labios.
Se termina un buen año, vivos en Europa League y Copa, y terceros en Liga. Cualquiera lo hubiésemos firmados. Todo parece encaminado a un bonito 2022. Confiemos, nos han dado motivos para ello.
