Se presentaba el Real Betis Balompié al envite de este primer domingo de abril con importantes bajas para hacer frente al Club Atlético Osasuna. Unas por lesión; Borja Iglesias, Montoya y Canales, con molestias, y otras por sanción, como la del astro franco-argelino, Nabil Fekir.
En los prolegómenos del encuentro se rindió tributo a las peñas del equipo bético, insignes representantes de la fidelidad a los colores verdiblancos por lo largo y ancho no solo del territorio andaluz, sino de España y fuera de ella, como la Peña Bética de Londres, entre otras.
En los primeros minutos de la primera mitad el Betis se mostró como un equipo pausado, tratando de llevar el peso del encuentro, ante un Osasuna que no tuvo menor problema en cederle la posesión del balón a la escuadra Heliopolitana. Los laterales verdiblancos se proyectaban con insistencia por sus respectivos flancos, destacando las incursiones de Álex Moreno, que estrelló un balón al larguero en una de ellas en el minuto 12 tras un buen control.
Por la otra banda, Joaquín y Bellerín se asociaban causando muchos problemas al lateral izquierdo Sánchez. Por su parte, el cuadro navarro se acercaba con timidez a la meta hoy defendida por Claudio Bravo, que tuvo poco trabajo en esta primera mitad, más allá de tres saques de esquina bien defendidos y algún que otro disparo lejano.
Llegaría el primer gol del Betis en el minuto 37. Un gran pase por alto de Joaquín, salvando la barrera defensiva del cuadro dirigido por Jagoba Arrasate, era controlado por Héctor Bellerín no exento de dificultades. El lateral derecho catalán, una vez recuperado el equilibrio, se adentró en el área y dio el pase de la muerte a Willian José, que no consiguió contactar con el balón tras verse incomodado por un defensa. El balón quedó suelto en el área, y Juan Miguel, como el gran ratón de área que es, cazaba el balón, golpeándolo suavemente con la puntera al primer palo, poniendo fin así a su sequía goleadora, que duraba ya 12 partidos. Nada pudo hacer el arquero de Osasuna para detener un balón que entró llorando en la portería rojilla.
Poco tardaría el Real Betis Balompié en doblar la ventaja. Así, en el minuto que añadió el colegiado Pizarro Gómez, y tras otra buena internada por la banda izquierda del lateral verdiblanco Álex Moreno, adornada con un magnífico control, desenbocaba en un pase atrás al atacante malagueño, quien se sacó un zurdazo de primeras de la manga que entró por el segundo palo, con el que se ponía fin a la primera mitad y traía la alegría al hoy rebosante graderío verdiblanco (49.103 gargantas presenciaron el encuentro).
En la segunda mitad el cuadro dirigido por Manuel Pellegrini bajó el ritmo del partido, circunstancia que el cuadro pamplonica aprovechó para recortar distancias por mediación del balcánico Budimir, que sacó tajada de la indecisión de Bravo tras un buen centro lateral de José Ángel para introducir en las mallas un balón que venía llovido tras el despeje de Bartra.
Le entró el miedo en el cuerpo al Betis por unos minutos, que pudo ver neutralizada su ventaja en el 71, momento en el que nuevamente Ante Budimir cabeceaba a la red otro buen centro lateral. Por suerte, el linier acertó levantando el banderín por fuera de juego, decisión que el VAR certificó.
En el minuto 82 llegaría la maravilla de la tarde: buen pase de Juanmi para William Carvalho. El portugués se plantaba solo ante Sergio Herrera y, con una sangre fría inusitada en un mediocentro, pisaba el balón con la derecha como si se tratara de un jugador de fútbol sala para driblar al meta navarro y, a portería vacía, poner el 3-1 en el luminoso. Puro Modo Cápsula.
Cinco minutos más tarde, Álex Moreno, que ha cuajado un partido sobresaliente, ponía el 4-1 en el marcador del coliseo verdiblanco y sentenciaba el encuentro tras un buen pase de Juanmi. Sigue llamando a las puertas de la selección el veloz defensa bético.
Otro 4-1 en lo que va de temporada ante un Osasuna que mostró poco bagaje ofensivo en la tarde de hoy y que hizo olvidar el penalti a Aitor Ruibal que en la primera parte se comió inexplicablemente el colegiado. Alegrón verdiblanco para dar la bienvenida a un ilusionante y, esperemos, que histórico mes de abril para el Real Betis Balompié.